Criar sin repetir el silencio: sexualidad, vínculo y verdad

Todas llevamos dentro las voces de nuestra infancia. Lo que se dijo, lo que no se dijo, lo que se evitó, lo que dolió. Cuando nos toca criar, muchas veces emergen esos ecos del pasado... y con ellos, una pregunta que arde:

¿Cómo criar sin repetir lo que nos hirió, lo que nos callaron?

Este artículo no trae respuestas mágicas, pero sí una certeza: la verdad, dicha con amor, es el mejor legado que podés dejarle a tus hijxs.

👣 1. ¿Qué significa no repetir el silencio?

No se trata de hablar todo el tiempo, ni de sobreexponer temas. Se trata de no hacer del silencio una regla familiar.

De permitir que en tu casa se puedan nombrar las cosas con naturalidad, incluyendo la sexualidad, el cuerpo, el deseo, los límites y los sentimientos.

Romper el silencio es crear un hogar donde hay espacio para ser.

🌱 2. La crianza empieza en vos

Tus hijxs aprenden más de cómo te hablás a vos misma que de lo que decís en voz alta. Si evitás hablar de tu cuerpo, si sentís vergüenza de tu placer o si juzgás tu historia, eso también se transmite.

Educar desde el amor implica sanar tu propio vínculo con la sexualidad. No para ser perfecta, sino para no heredar lo que no elegiste.

🧡 3. Confianza y verdad como brújulas

Las madres conscientes no son las que lo saben todo. Son las que eligen la presencia, la honestidad y la humildad.

Cuando tu hije te pregunta algo y vos no sabés qué decir, podés responder con un:

"Es una pregunta importante, y quiero darte una respuesta con amor. ¿Podemos buscarla juntxs?"

Eso también es educar.

🛡️ 4. Decir la verdad no es lo mismo que perder la intimidad

Podés hablar de sexualidad sin contar tu vida privada.

Podés hablar de placer sin perder autoridad. Podés hablar de menstruación, cuerpos diversos, consentimiento y amor, sin miedo.

Tu voz tiene poder. Y cuando tu hije escucha que puede hablar con vos, gana algo invaluable: seguridad emocional.

🌻 Conclusión

Criar desde el amor y la verdad no es un destino, es un camino. Un paso a la vez. Un silencio que se rompe. Una historia que se resignifica.

Gracias por ser parte de esta nueva forma de maternar: más consciente, más libre, más humana.

Si sentís que querés acompañamiento en este camino, escribime. Estoy acá para caminar con vos.